Que levante la mano quien nunca llegó a una bifurcación del sendero y tuvó dudas sobre qué camino tomar... Lejos de las ciudades y de nuestras casas no siempre es fácil encontrar el camino correcto. Entre senderos sinuosos, vegetación densa o terreno escarpado, es fácil perder la orientación. Aunque tengas ganas de aventurarte en lo desconocido, antes de salir a recorrer los senderos conviene conocer algunos principios básicos de orientación para reducir los riesgos. Acá encontrarás nuestros consejos para no perderse en una excursión.

Planificar el recorrido

La clave del éxito de una excursión es una buena planificación. Antes de salir, es esencial organizarse e identificar la ruta.

• Identificá las características técnicas de la ruta: ¿cuánto dura? ¿Cuál es el desnivel? ¿Es en bucle o de ida y vuelta? ¿Cómo es el terreno y qué tipo de entorno vas a encontrar (prados de montaña, bosques, matorrales...)?
• Familiarizate con las señales, los puntos de referencia identificables (cumbres, puertos, ríos, refugios de pastores...) y la dirección principal del sendero.
• Aprendé a distinguir los distintos tipos de señales a lo largo de la ruta.
• Controlá el pronóstico del clima.
• Elegí el equipamiento adecuado para el tipo de excursión. Aquí podrás encontrar más información sobre cómo prepararse para una excursión.

Herramientas para orientarse

1. GPS y apps de navegación.

Cuando estamos en plena naturaleza, lejos de todo, la tecnología puede ser la mejor compañera de excursión, pero hay que saber usarla... Aunque el GPS, las aplicaciones y los mapas interactivos de todos los smartphones parecen una solución muy sencilla para orientarse durante una excursión, sigue siendo muy útil practicar con el GPS antes de salir. Es especialmente importante planificar y descargar la ruta con anticipación, para que los datos sigan siendo accesibles aunque se pierda la señal del GPS. Y, por supuesto, también salir con la batería del smartphone completamente cargada. Las aplicaciones GPS consumen mucha batería, así que para las excursiones largas recomendamos encarecidamente llevar un cargador portátil.

2. Mapas.

Querido mapa, ¡viejo amigo! Sé que siempre podré contar con tu ayuda. Aunque el smartphone ofrezca una tecnología más moderna, el mapa tradicional sigue siendo la mejor opción. Existen una gran variedad de mapas, con diferentes escalas según la región o el territorio. Si vas a viajar afuera del país, por Europa, el mejor es el famoso IGN Top 25 (1 cm = 250 metros). Este mapa topográfico ilustra con precisión relieves y detalles del terreno (líneas de altura, carreteras, caminos, edificios, cursos de agua, bosques y arboledas, etc.), permitiendo una buena visión de la zona. Y si tener un mapa es bueno, ¡saber leerlo es aún mejor! Estudiá detenidamente las leyendas, trazá la ruta e identificá los puntos de referencia importantes (para aprender a leer mapas con mayor facilidad, practicá en lugares que ya conozcas).

Si te perdés, lo primero que tenés que hacer es buscar a tu alrededor alguna referencia que te ayude a localizar tu posición en el mapa. Localizá el último punto conocido por el que pasaste y calculá tu velocidad de avance desde ese punto. Una vez hecha la localización, es importante girar el mapa correctamente para moverse en la dirección indicada. Los mapas IGN siempre muestran el norte en la parte superior, determiná en qué dirección está el norte utilizando una brújula o mirando el terreno alrededor, para poder orientar el mapa correctamente.

3. Brújulas.

Siempre es una buena idea llevar una brújula en la mochila. Cuando intentás orientarte, podés confundirte fácilmente y perder la orientación. El clima también puede jugar malas pasadas: por ejemplo, una densa niebla puede envolver rápidamente una zona y ocultar todos los puntos de referencia. En tales casos, la brújula te ayuda a encontrar fácilmente el camino y a orientarte incluso cuando la visibilidad es limitada. El objetivo es encontrar el norte y alinear el mapa. Para ello, apuntá con la brújula hacia el norte y girá lentamente el mapa hasta alinearlo con la aguja de la brújula.

4. Puntos de referencia naturales.

Para los más aventureros, también hay otras formas de encontrar la ruta durante una excursión. La naturaleza ayuda mucho. Dependiendo de las condiciones, hay varias pistas que te llevan al camino correcto. Por la noche, para encontrar el norte, sigue siendo válido el viejo método de los navegantes: ¡mirá las estrellas! Durante el día, para orientarte, podés observar la posición del sol para encontrar fácilmente el este y el oeste. Por último, si la visibilidad lo permite, tratá de encontrar puntos de referencia que te ayuden a entender tu posición.

GPS, mapas, brújulas y estrellas: todos ellos son medios para orientarse durante una excursión. Para no perderse, familiarizate con las técnicas de orientación antes de aventurarte por los senderos. Y, si no querés correr riesgos, no dudes en contactar a un guía de montaña titulado que te enseñe a utilizar las distintas herramientas de orientación.