Ir al contenido

Tu carrito (0)

El carrito está vacío

Cómo evitar ampollas durante las excursiones

Cómo evitar ampollas durante las excursiones

Las ampollas son un inconveniente muy común relacionado con el senderismo y, aunque no son nada grave, pueden ser dolorosas y arruinar un buen día. Su origen está en el roce repetido de una zona de la piel, que provoca el levantamiento de la capa superficial, lo que da lugar a la formación de una ampolla llena de líquido.
A continuación encontrarás nuestros consejos para evitar su formación, además de cómo tratarlas cuando se forman a pesar de tus esfuerzos por prevenirlas.

Cómo evitar las ampollas

Existen numerosas precauciones para prevenir las ampollas. Para acostumbrarte a tu nuevo calzado, empezá a usarlo durante periodos cortos que vas a ir aumentando gradualmente. Durante estos periodos de prueba, tratá de detectar si sentís presión en determinados lugares y escuchá a tu cuerpo: si sentís dolor y molestias, interrumpí la actividad. Otras cosas importantes que te recomendamos hacer para prevenir las ampollas:

  • Usá botas de buena calidad, en nuestra Tienda Online podrás encontrar botas de senderismo para hombre y para mujer.
  • Ajustá bien los cordones.
  • Usá medias de buena calidad, en nuestra Tienda Online podrás encontrar opciones para hombre y para mujer.
  • Cuidá a tus pies antes y durante la excursión.

Cómo elegir el mejor calzado de senderismo

Encontrar un par de botas o zapatillas diseñadas específicamente para el tipo de senderismo que practicás y con un ajuste perfecto es el primer y más importante paso para prevenir las ampollas. Cuando te pruebes el calzado, prestá atención a las zonas que suelen resultar más problemáticas.

Podés encontrar más información al respecto en nuestro artículo: Cómo elegir tu calzado de senderismo.

Si sos particularmente propenso a las ampollas, prestá mucha atención a lo siguiente:

  • Probá el calzado en el local o en tu casa si lo compraste por Internet. La forma del calzado debe corresponder con la forma de tu pie, con una buena sujeción del interior y sin costuras que causen molestias.
  • Probá el calzado en rutas cortas antes de pasar a otras más exigentes o a una excursión de montaña de varios días. Así podrás identificar con anticipación los puntos en los que experimentás molestias o problemas de roce y tendrás el tiempo suficiente para remediarlos. Además, es posible que necesites tiempo para acostumbrarte por completo al calzado.

Cordones ajustados

Las ampollas se producen por el roce repetido de la piel. Atarse bien los cordones permite al calzado abrazar el pie por completo y sujetarlo con eficacia.

Mientras practicás senderismo, no dudes en detenerte y ajustarte los cordones si notás fricción contra una parte del pie. Si la fricción afecta los dedos, ajustá los cordones en la parte delantera del calzado. Para estabilizar el talón, ajustá los cordones alrededor del empeine y del tobillo.

Incluso si acabás de arrancar la caminata, nunca es una pérdida de tiempo frenar y ajustarse los cordones para evitar una ampolla.

Medias de calidad para pies felices

Las medias son la conexión directa entre el interior del calzado y la piel de tu pie. Si usás medias de alta calidad diseñadas específicamente para senderismo y del talle adecuado, aumentarás la comodidad y limitarás el riesgo de ampollas.

También existen medias dobles «anti-ampollas», que básicamente redistribuyen la fricción entre las dos capas que las forman.

Llevar un par de medias extra es otra buena forma de reducir el riesgo de ampollas y mantener los pies secos en todo momento.

El cuidado de los pies

1. Antes de la excursión.

Si conocés las zonas del pie en las que podrían desarrollarse ampollas (por ejemplo, en el talón o en los dedos), usá vendas que hagan de segunda piel como medida preventiva, aplicándolas en las zonas más sensibles. Las vendas te ayudarán y protegerán la piel del roce.

Hay muchas posibles causas de una ampolla, por ejemplo un exceso de humedad en el calzado (debido tanto al sudor como a la penetración de humedad externa). Podés mantener los pies secos espolvoreándolos con el polvo adecuado antes de salir de excursión.

Como tratamiento preventivo adicional, también existen cremas que endurecen la piel del pie. A menudo es necesario iniciar este tipo de tratamiento varios días antes de la excursión, así que no te olvides de preguntarle a tu farmacéutico al respecto con anticipación.

2. Durante la excursión.

Mantené los pies secos y limpios. Si notás la presencia de un objeto extraño que te molesta (piedritas, hojas sueltas, pasto, etc.), frená y limpiá el interior del calzado. No dudes en sacarte las botas o zapatillas y masajearte los pies cuando sea necesario. Para evitar que entren objetos extraños en el calzado, una buena solución es llevar botas de caña alta o incluso polainas.

Durante la caminata, aprovechá los descansos para secarte los pies al aire y cambiar las medias si es necesario.

Si se forman ampollas en los pies, es aconsejable limpiar suavemente la zona afectada con agua y jabón, evitando pinchar la ampolla para evitar infecciones. Cubrí la ampolla con una curita o venda para protegerla y dejar que se cure de forma natural. Si la ampolla duele o se infecta, consultá a un médico.

Cuando se trata de ampollas, no todos los pies son iguales. Algunas personas nunca tienen un problema, mientras que otras tienen que lidiar continuamente con el dolor de cabeza de su formación. Así que acordate de prevenir este inconveniente en la medida de lo posible y, en caso de que se produzca, ocupate de él lo antes posible para poder seguir disfrutando del paisaje que ofrece el sendero.